La escena es así: una chica de rostro
enrojecido camina velozmente a través de un espacio que resulta ser su lugar de
trabajo. La cámara la sigue y el espectador se involucra en su desplazamiento y
su furia. Es Rosetta: una joven casi
adolescente, que ha perdido su trabajo sin que se lo explique. Más bien dicho,
no consigue que la contraten luego del tiempo de práctica, aunque argumenta que
ha hecho bien su pega. La historia continúa en torno a los esfuerzos del
personaje por obtener trabajo- y con ello ser validada socialmente y
sobrevivir-; “un trabajo de verdad” según expresa y no un simulacro para
ganarse unos francos. Tras ese fin Rosetta
es capaz de cualquier cosa http://www.edualter.org/material/cinemaitreball/rosetta.htm.
La película de los hermanos Jean Luc y
Pierre Dardenne (Bélgica) ganó la Palma de Oro en Cannes en 1999. En ese tiempo fue
una arriesgada apuesta del jurado, porque se trataba un film duro y crítico a
la sociedad moderna, referido a una clase marginal en una Europa que por aquél
entonces gozaba de prosperidad y estabilidad y donde seres como Rosetta,u otros personajes que pueblan
las posteriores películas de los Dardenne (“El niño”, “El hijo”, "El silencio de Lorna"), parecían
escapados de otras latitudes.Mirada ahora, en el tiempo en que los marginados son cada vez más visibles, Rosetta resulta muy vigente.
Una frase de la protagonista me ha quedado dando vuelta. Cuando su amigo Riquet – el único que ha conseguido en la pelea por la sobrevivencia- le pregunta por qué lo ha traicionado ella le responde “porque quería un trabajo de verdad”. Ya había refutado un ofrecimiento- vender waffles hechos a la mala- porque su idea era quizá que el trabajo “dignifica”.¡¡Quién sabe!!
La consigna de trabajo decente y salario idem acuñada por la OIT (Organización Internacional del Trabajo) parece una quimera, por más acuerdos que se tomen en Ginebra y convenios que firmen los estados participantes en la organizaciónhttp://www.ilo.org/global/about-the-ilo/decent-work-agenda/lang--es/index.htm. Los mismos organismos internacionales se las arreglan actualmente para pagar salarios cada vez más bajos u ofrecer contratos precarios a los recién llegados.
A fines de noviembre el Colegio de Periodistas de Chile se pronunció en relación a una oferta laboral publicada por la empresa Nextel, que ofrecía cien mil pesos de salario para un cargo de periodista titulado. En el Colegio señalaron que que no se trataba de un caso aislado y que mensualmente se reciben en esta agrupación gremial por lo menos dos a tres denuncias de este tipo, las que han sido denunciadas al Ministerio del Trabajo, para que fiscalice http://www.colegiodeperiodistas.cl/index.php/noticias/2-uncategorised/137
Estos datos y otros hacen crecer mi escepticismo frente a las cifras de desempleo nacional y preguntarme a qué tipo de empleo se refieren las estadísticas oficiales. Porque la palabra me parece un eufemismo, cuando escucho a un vendedor de cuneta de Providencia con Lyon diciendo “Yo trabajo en esta esquina y cuando está malo me corro pal centro”; o cuando Juanito se queja de que el alcalde Zalaquett lo privó del espacio donde trabajó durante tantos años (pidiendo “colaboraciones” por su simulación de Luis Miguel).
Si Rosetta viviera en Chile ¿ habría considerado “un trabajo de verdad” el empleo de empaquetadora de supermercado; o de mesera en uno de los sitios de moda, cuyos dueños hacen un contrato por una paga irrisoria aduciendo que en propinas se puede hacer un sueldo más que respetable (sin decir que de las propinas se deducirá un porcentaje para el personal de cocina, al que también le pagan una miseria)?. De seguro el personaje de la película de los hermanos Dardenne no habría encontrado pega en estos lugares, porque ocupan de preferencia a actores o actrices, cineastas, fotógrafos, periodistas, publicistas, ojalá de facha regia.
Y claro, si cualquier profesión vinculado a las comunicaciones cae en el hoyo negro de las menos rentables en Chile. Actores y actrices, periodistas, publicistas, diseñadores sobran,dicen.
¿Es cierto, sobran? Por favor!! Una cosa es que exista una gran oferta y otra que la creatividad y el talento esté demás, porque quienes tienen el dinero y el poder económico no quieran invertir en conocimiento y en buena edición de contenidos (atractivos, creativos, bien informados, estudiados en profundidad y no con el afán de incitar al consumo meramente) para ser trasladados a libros, películas, obras de teatro, de música o campañas publicitarias. Nos enfrentamos a diario con un criterio editorial que nos ahoga y desinforma. Con un estilo dirigista heredado de la dictadura y un modelo mercantilista, del cual tampoco somos los inventores, que no valora el saber. A una perspectiva de corto alcance en la educación, para formar a los escolares y preescolares en una cultura humanista. A un bombardeo de mensajes que privilegian lo feo, lo banal, lo “sencillito”, lo conservador, lo”productivo”.
Volviendo a Rosetta y a los hermanos Dardenne, los cineastas belgas en forma permanente han estado desnudando a una sociedad cuya pulsión es anteponer el bien personal por sobre el colectivo y reafirmar los valores individuales acentuando con ello el aislamiento y la soledad. En suma, todo eso que ahora revienta y que se cuestiona de manera más visible, abierta y masiva en las sociedades “desarrolladas” y las no tanto.
Frente a la crisis que sacude a Europa, y al mundo en general, los Dardenne han dado una luz de esperanza en un foro convocado por el diario El Mundo, de España: “Está claro que en la actualidad en Europa hay dramas que están haciendo tambalear existencias. La ficción es una manera de poder abordar estos cambios. Son momentos difíciles en los que muchas personas tienen que tomar decisiones importantes. Y ahí es donde la ficción puede dar sentido a estas elecciones. El miedo ha invadido a todo el mundo. Está bien imaginar historias en los que los protagonistas luchan contra ese miedo” http://www.elmundo.es/encuentros/invitados/2011/10/5025/
El guante está lanzado.